martes, 21 de junio de 2011

SdeH 49 Teletrabajo Segunda Parte.

Abordemos ahora el Teletrabajo en una visión dentro del ámbito internacional.
El Teletrabajo va convirtiéndose en un asunto de interés global. Sus diversas facetas han sido abordadas por los propios gobiernos, primeramente, mediante la evaluación del impacto en sus economías y medio ambiente y por otro, en el nuevo marco que implica desde el punto de vista laboral. El estudio elaborado en Canadá por la instancia gubernamental es un buen ejemplo. Como contraparte, Las publicaciones empresariales del mundo desarrollado lo contemplan como un factor que puede contribuir a paliar la actual crisis económica.
Dependiendo de los países, la valoración y marcos legales correspondientes pueden ser agrupados en dos líneas generales: aunque en todos se parte de su incorporación en los nuevos esquemas de desarrollo, en los países del Primer Mundo se dirigen simultáneamente a favorecer la inserción laboral en el teletrabajo y en especial en lo que atañe al sector público y en los países en vías de desarrollo se hace especial énfasis en la reglamentación del teletrabajo que puede generarse vía “outsourcing” cuando empresas transnacionales lo dirigen a la contratación de personal local que reemplaza – por significar menores costos de mano de obra – a sus similares del país de origen de la empresa.
España es un caso interesante por su aplicación en el sector público, denominado como el Plan Concilia. Surgen los aspectos favorables del teletrabajo en lo tocante a la vida familiar de los empleados, en especial para mujeres que desean conciliar su actividad profesional con su vida doméstica y para jóvenes que optan simultáneamente por continuar sus estudios. Y si a sexos y jefatura nos referimos, una encuesta realizada en el Reino Unido, arroja que las mujeres son mejores jefes para el teletrabajo.
Si revisamos el ámbito latinoamericano, Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Venezuela y Uruguay – por no citar sino a los que aparentemente han alcanzado mayor desarrollo en la materia – han creado los marcos legales pertinentes, organizaciones y puesta en práctica de procesos de teletrabajo, tanto en el ámbito público como en el privado.
Y se me preguntará: bueno, ¿y qué pasa en México?. Para responder a tan espinosa pregunta, acudo a la respuesta de Paco Ignacio Taibo II: “en México nunca pasa nada y cuando pasa, tampoco”. El hecho es que lo existente en la materia son meros textos enunciativos inmersos en un Decreto del Poder Ejecutivo del 2003 y en otra propuesta del Gobierno del DF. Al respecto, revísese una monografía cuyo enlace anexamos en el blog. El trasfondo en nuestro país hay que encontrarlo en que, tanto lo laboral como el rubro de telecomunicaciones, parecen ser materias tabú para las instancias gubernamentales; son botín de los poderes fácticos. El teletrabajo en el ámbito privado no está sujeto a ninguna reglamentación y en el oficial no ha merecido atención. Aventuro que si este aspecto de desarrollo del país fuera objeto de evaluación por parte de la OCDE, nuestro país estaría ubicado al final de la lista, al fondo, bastante alejado del país que le preceda.
Para “Señales de Humo” Emilio Vega Martín.

Entradas adicionales: 
30/06/2011: Problemas que se pueden enfrentar en el teletrabajo en el medio español: outsourcing 
02/08/2011: Banco Bilbao Vizcaya implanta teletrabajo
03/08/2011: Herramientas para el teletrabajo
01/09/2011: Argentina: Trabajo esclavo.
12/04/2012: Propuesta en los EEUU.

jueves, 9 de junio de 2011

SdeH 48 Teletrabajo. ( primera parte )

Desde que el personal de esta radiodifusora se trasladó del piso 6, retomando su lugar en el piso 12, su número se ha visto reducido – aparentemente – en una forma significativa y sin embargo ello no ha afectado en forma alguna la programación y transmisiones. La respuesta es simple: teletrabajo.
El avance de la cibernética y las telecomunicaciones han propiciado esta opción. Conforme se agudiza la problemática fruto de las crecientes limitaciones energéticas, en especial, las vinculadas al transporte vehicular, éste va adquiriendo relevancia.
El teletrabajo ya ha sido analizado bajo la óptica interna de las empresas con sus pros y contras, pero escasamente – a nuestro juicio – a lo que los economistas suelen denominar como “externalidades” que implica contemplarlo bajo una perspectiva global, que vendrá a ser un factor dominante en su progresiva implantación. Ciertamente que no puede hacerse extensivo a gran número de actividades humanas, pero su desarrollo puede contribuir, en cierto grado, a que contemos en lo futuro con un modelo de desarrollo aceptable, que genere menor presión sobre las demandas de infraestructura, energéticas, propiciando un menor impacto ambiental en los más diversos rubros.
Un punto que a nuestro juicio afecta la visión actual del teletrabajo, es el centrarse en otorgar al posible uso laboral de las telecomunicaciones el papel hegemónico. Invirtamos el orden de los factores: pensemos en tareas que no impliquen el carácter presencial: que lo importante sea el producto y su comunicación eficiente. Que lo toral sea el proveer una buena panoplia de elementos de comunicación.
Siempre flota en el aire la posible desconfianza del contratador respecto al desempeño del contratado; subyace la idea de que el patrón debe de tenerlo bajo su vigilancia física, aunque diversos estudios arrojan como resultado que el trabajador, en esas condiciones – como promedio – insume cosa de un 30% de su tiempo laboral en actividades ajenas al mismo. De ser asumido, el teletrabajo obligará a revolucionar las formas de evaluación de los productos que cabe exigir al trabajador: sustituir tiempo de estadía laboral por resultados concretos. Aunque en nuestro país la posible implantación del teletrabajo está verdaderamente en pañales, en otras latitudes es motivo de concienzudos análisis al abrir una amplia y compleja perspectiva de nuevas actividades humanas. Aspectos vinculados con la vida familiar de los trabajadores, relaciones interpersonales laborales, horarios, aspectos sindicales y de prestaciones, deben de ser entendidos bajo una nueva óptica. 
Pensemos, dado el caso, en la emisión de este programa “Señales de Humo”: partiendo de la actuación “presencial” – que no es esencial, dado que el programa puede ser pregrabado o mediante control remoto – de Alfredo, Cecilia, Marcela y el operador en turno – como únicos participantes en vivo, el resto de las colaboraciones pueden haber sido gestadas mediante el teletrabajo y presentadas vía telefónica o pregrabadas.
Partiendo de lo anterior, los invito a pensar cómo sería una transmisión que implicara la necesidad de que todos los elementos integrantes del programa – incluyendo spots, rúbricas y cortinillas – tuvieran que ser generados en vivo. Simplemente no puedo imaginarlo en términos de personas, desplazamientos, cabina, producción y demás etcéteras.
Finalicemos dejando como tarea a los gestores del programa, la visión de cómo podría ser su programa verdaderamente en vivo, manteniendo la calidad de la emisión…si es que ello es humanamente posible.
Para “Señales de Humo” Emilio Vega Martín.
(CONTINUARÁ)
ENLACES:
Teletrabajo: Definiciones generales: http://es.wikipedia.org/wiki/Teletrabajo
Un estudio interesante (33 páginas) en formato PDF. http://pdf.rincondelvago.com/teletrabajo.html
Ventana Azul: Blog sobre teletrabajo: http://www.ventanazul.com/index.php